La importancia de la didáctica por competencias

 


Didáctica por competencias

La educación basada en competencias requiere de una nueva orientación educativa que de respuesta a un contexto actual, el concepto de competencia, tal y como se entiende en la educación, resulta de las nuevas teorías de cognición (inteligencias múltiples) y básicamente significa saberes de ejecución.

En 1998 la UNESCO expresa en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, que

es necesario propiciar el aprendizaje permanente y la construcción de competencias

adecuadas para contribuir al desarrollo cultural, social y económico de la sociedad.

Asimismo, ha señalado que las principales tareas de la educación superior han estado y

seguirán estando ligadas a cuatro de sus funciones principales:

        Una generación con nuevos conocimientos (las funciones de la investigación)

        El entrenamiento de personas altamente calificadas (la función de la educación)

• Proporcionar servicios a la sociedad (la función social)

        La función ética, que implica la crítica social.

La educación basada en competencias se centra en la necesidad, estilos de aprendizaje y potencialidades individuales para que el alumno llegue a manejar con maestría las destrezas y habilidades señaladas desde el campo laboral. En otras palabras, una competencia en la educación, es un conjunto de comportamientos sociales, afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente una profesión.

Así las competencias se acercan a la idea de aprendizaje total, en la que se lleva a cabo un triple reconocimiento:

1. Reconocer el valor de lo que se construye.

2. Reconocer los procesos a través de los cuales se ha realizado tal construcción (metacognición).

3. Reconocerse como la persona que ha construido.

La construcción de competencias no puede realizarse de manera aislada, sino que tiene que hacerse a partir de una educación flexible y permanente, desde una teoría explícita de la cognición, dentro de un marco conceptual, en un contexto cultural, social, político y económico.

La educación basada en competencias se refiere, en primer lugar, a una experiencia práctica y a un comportamiento que necesariamente se enlaza a los conocimientos para lograr sus fines.



Características de las competencias


  Carácter técnico-práctico: 

Por una parte, se requieren saberes técnicos y académicos, y por otra parte, se entienden en relación con la acción en un determinado contexto. Ejercitar una competencia implica tanto el desarrollo de operaciones mentales como la realización de acciones.

Carácter transferible

Para que el alumno desarrolle una determinada competencia deberá aprender a transferir lo aprendido en una situación concreta a otras situaciones distintas. Para saber actuar es necesario movilizar los recursos necesarios (conocimientos, capacidades) saber combinarlos y saber transferirlos, todo ello en situaciones complejas y con vistas a una finalidad.

Carácter holístico/integrador

La competencia necesita ser demostrada en una situación concreta, por consiguiente, se es competente cuando se actúa movilizando de forma integrada todos los aprendizajes adquiridos ante una situación-problema, de forma que la situación se pueda resolver con eficacia.

 Carácter contextualizado

La movilización de una competencia toma sentido para cada situación, siendo cada una de ellas diferente. La competencia no se refiere tanto a lo que uno posee, sino al modo que uno actúa en una situación concreta. Para saber actuar es necesario movilizar los recursos necesarios (conocimientos, capacidades.) saber combinarlos y saber transferirlos, todo ello en situaciones complejas y con vistas a una finalidad.

Características de las competencias Básicas  

Proporcionan la capacidad de saber hacer, es decir, de aplicar los conocimientos a los problemas de la vida profesional y personal. Incluyen una combinación de saber, habilidades y actitudes. Pueden ser adquiridas en todo tipo de contextos: escuela, en casa, y en ámbitos extraescolares. Son multifuncionales (pueden ser utilizadas para conseguir múltiples objetivos). Tienen un carácter integrador, aunando los conocimientos, los procedimientos y las actitudes (saber, ser, saber hacer). Permiten integrar y relacionar los aprendizajes con distintos tipos de contenidos, utilizarlos de manera efectiva y aplicarlos en diferentes situaciones y contextos (aplicabilidad y transferencia). Se deben aprender, renovar y mantener a lo largo de toda la vida. Pretenden que se adquieran e integren las tres formas contemporáneas del saber: Saber teórico (conocimientos) SABER. Saber práctico (habilidades y destrezas) SABER HACER O SABER COMO HACER. Saber ser (actitudes) SER.

Características de las competencias Genéricas

Están conformadas por conocimientos, habilidades, actitudes y valores. Son el punto neurálgico del perfil del egresado del Sistema Nacional de Bachillerato (SNB). El dominio de dichas competencias implica la adquisición de una autonomía progresiva en los estudiantes en sus procesos de aprendizaje. su planteamiento supone que todos los estudiantes serán capaces de desempeñarlas, lo que les permitirá comprender el mundo e influir en él.  Conlleva al establecimiento de procesos de aprendizaje autónomos a partir de la acción directa del alumno. Implica una participación eficaz del alumno en los ámbitos político, social, profesional y cultural. Por su importancia se les atribuye el identificador de competencias clave.  Es la aplicabilidad de las competencias a diferentes contextos.

 Son transversales (como adelantábamos arriba), o sea, propicia la pertinencia y exigencia del desarrollo en todos los campos de conocimientos donde se organice el plan de estudios.

   Son transferibles, ya que refuerzan y complementan los procesos de aprendizaje actuales y ulteriores, que les permitirán a los estudiantes la adquisición de otras competencias.


Aprendizaje Basado en Competencias


LA EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS Y POR COMPETENCIAS.

Evaluación por competencias es el proceso mediante el cual se recopilan evidencias y se realiza un juicio o dictamen de esas evidencias teniendo en cuenta criterios preestablecidos para retroalimentar en aras de mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje para el logro de los objetivos.

Es un proceso de retroalimentación, determinación de idoneidad y certificación de los aprendizajes de los estudiantes de acuerdo con las competencias de referencia, mediante el análisis del desempeño de las personas en tareas y problemas pertinentes.

En este nuevo enfoque de evaluación los estudiantes deben tener mucha claridad del para qué, para quién, por qué y cómo es la evaluación, o si no está no va a tener la significación necesaria para contribuir a formar profesionales idóneos. Es así como la evaluación debe plantearse mediante tareas y problemas lo más reales posibles que impliquen curiosidad y reto.

 La evaluación por competencias es tanto cualitativa como cuantitativa.

En lo cualitativo se busca determinar de forma progresiva los logros concretos que van teniendo los estudiantes a medida que avanzan en los módulos y en su carrera.

En lo cuantitativo, los logros se relacionan con una escala numérica, para determinar de forma numérica el grado de avance. De esta manera, los números indicarán niveles de desarrollo, y tales niveles de desarrollo se corresponderán con niveles de logro cualitativos.

 Las matrices de evaluación de competencias son las que nos permiten evaluar a los estudiantes tanto de forma cualitativa (en sus logros) como cuantitativas (niveles numéricos de avance).

En los módulos, la evaluación de las competencias se planea con base en el siguiente esquema orientador:

  1. Se construyen las matrices de evaluación de los productos definidos para un determinado módulo, con respecto a las competencias.
  2. Se planea cómo será la evaluación de diagnóstico, la evaluación continua y la evaluación de promoción (evaluación final).
  3. Se determina cómo se llevará a cabo la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación de los aprendizajes de los estudiantes.
  4. Se articulan procesos de evaluación a las estrategias didácticas.
  5. Se planean con detalle las estrategias propias del proceso de evaluación, cómo serán, cuándo, con qué recursos, etc.
  6. Se elaboran instrumentos de observación, de chequeo y de registro de aprendizajes 
  7. Las matrices de evaluación de las competencias son matrices que nos permiten determinar el nivel de logro de los estudiantes con respecto a las competencias propuestas para un módulo, con referencia al producto o productos de dicho módulo. Se han desarrollado a partir de las rúbricas de evaluación de logros. Se componen de los siguientes aspectos: 
    • Competencia o competencias a evaluar: son las competencias que se van a evaluar con la matriz.
    • Producto o productos del módulo: son los resultados que permiten determinar el nivel de calificación o idoneidad de los estudiantes al final del proceso formativo.
    • Indicadores: son parámetros concretos de desempeño para evaluar los productos.
    • Logro: son niveles de calidad en los indicadores (En el Proyecto Tuning son los descriptores de calidad de los indicadores).
    • Puntuación: a veces es necesario darle una puntuación diferente a los niveles de logro para dar cuenta de su importancia. Actividades de evaluación: son actividades que se hacen para verificar los indicadores.

     La evaluación de diagnóstico, la evaluación continua y la evaluación de promoción o final.

    Estos tres tipos de evaluación se implementan a lo largo del módulo, en correspondencia con el nivel de formación de los estudiantes y el respectivo módulo de que se trate. Los tres tipos de evaluación son necesarios en todo módulo. Evaluación de diagnóstico: se da a lo largo de todo el módulo y en ella los docentes van  determinando el grado de avance de los estudiantes en la formación de sus competencias. Se realiza con base en la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación. La evaluación continua incluye la evaluación de tipo diagnóstico, formativa y sumativa. Esta evaluación exige que los profesores no solo "evalúen al final del proceso de aprendizaje la asimilación de conocimientos y el desarrollo de competencias por parte de los estudiantes, si no que, a lo largo del curso deben proponer una cierta periodicidad actividades, de carácter evaluable, que faciliten la asimilación y el desarrollo progresivos de los contenidos de los módulos y de las competencias que deben alcanzarse, respectivamente. 

     La autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación de los aprendizajes.

    Hay múltiples estrategias de llevar a cabo estos procesos  de la evaluación. Se recomienda que en todo módulo haya actividades para los tres tipos de evaluación, aunque no es necesario que los tres tipos de evaluación estén en todos los módulos. En la autoevaluación, cada estudiante reflexiona sobre su aprendizaje; en la coevaluación, los compañeros se brindan retroalimentación entre sí acorde con determinadas pautas, y en la heteroevaluación, es el docente quien da retroalimentación a los estudiantes. Estos tres procesos de la evaluación de las competencias deben articularse con la evaluación de diagnóstico, la evaluación continua, la evaluación de promoción y la evaluación de certificación.

                        Estrategias propias del proceso de evaluación.

Algunas son: pruebas de observación, pruebas escritas y portafolio. En las pruebas escritas por competencias se buscan determina procesos de interpretación, comprensión, argumentación y proposición de solución a problemas. En todo módulo hay que planear muy bien cómo se implementarán estas estrategias de acuerdo a si se hacen en la evaluación de diagnóstico, en la evaluación continua, en la evaluación de promoción o en la evaluación de certificación. El portafolio es una estrategia de valuación en la cual los estudiantes van consignando las evidencias de su aprendizaje.  

Diferencia entre evaluación formativa y evaluación de acreditación (sumativa).

La evaluación formativa es la que se hace durante el proceso de aprendizaje de las competencias y, consiste en posibilitar que los estudiantes tengan la mayor retroalimentación posible de sus progresos en el desarrollo de las competencias a través de los módulos, y los aspectos a mejorar, junto con recomendaciones puntuales de cómo hacerlo. La evaluación formativa es comparable a la evaluación continua. La evaluación de acreditación es aquélla que se hace ya sea al final de cada módulo o al final de un ciclo de formación (Ciclo inicial o Ciclo de Licenciatura) para acreditar públicamente ante la universidad (en el caso de los módulos) o ante la sociedad (en el caso de los títulos de los ciclos) que los estudiantes poseen las competencias en los niveles de desarrollo propuestos en el perfil de egreso y en la malla curricular.


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